PARECÍA...
Parecía hace unas semanas que tenía el control...
Parecía que era capaz de no sufrir...
He sido feliz unos días con las migajas de lo que me dabas y de repente tu ausencia... otra vez.
El alma en un puño, el corazón a mil, los sentimientos a flor de piel y los nervios de punta...
Sólo estoy bien cuando estoy contigo, sólo soy feliz cuando sé que estás ahí.
Necesito saber de tí, de tu mirada, de tus besos o de tus abrazos, de mentiras piadosas, de tu voz, de tus silencios, de tu sonrisa, de tu mano, de tus llamadas, de una caricia, de tus palabras, de tus sentimientos...
Parecía que podía vivir sin ello, pero sólo parecía, porque a esto tampoco se le puede llamar vivir. Por favor, ven a sacarme de aquí.
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